Un Señor, Una Fe, Un Bautismo. Efesios 4:5


 

 

 

Es entretenido decir que la oración es el secreto de toda nuestra vida cristiana; es entretenido porque en realidad no es un secreto, todos lo saben, el problema está en que no todos la practican o no lo hacen como en realidad el Señor Jesús demanda.

Cantar de los cantares 3:1-4, el ensueño de la esposa.

1.- Por las noches busqué en mi lecho al que ama mi alma; lo busqué, y no lo hallé.

Para gran parte de los cristianos, la noche se convierte en el momento único para buscar tener algo de comunión con Dios, luego de todos los afanes del día. Los quehaceres de la casa, el estrés laboral, el soportar del viaje en transporte público, o del tráfico en las calles, los problemas y/o enfermedades familiares, se mezclan con una fría y desabrida oración al Señor Jesús. Buscar en el lecho representa un lugar íntimo, cercano a nosotros, inclusive nuestra propia carne. Y es aquí donde empezamos nuestra oración, y es primordial pasar por este periodo donde batallamos con las obras de nuestra carne: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías y cosas semejantes a estas (Gálatas 5:19-21) Pero el verso 24 de Gálatas 5, nos dice: los que somos de Cristo crucificamos la carne con sus pasiones y deseos. Cada persona pasa por esto, es el lugar donde vivimos, donde nos movemos, el primer cielo, mi lecho. Y es necesario vivirlo, pero en nuestra oración no debemos quedarnos ahí. Lo dice Salomón, lo busqué y no lo hallé (Cantares 3:1). El problema es que gran parte de los creyentes se quedan aquí.

2.- Y dije: Me levantaré ahora, y rodearé por la ciudad; por las calles y por las plazas buscaré al que ama mi alma; lo busqué, y no lo hallé.

María Magdalena y María caminaban hacia el sepulcro en busca de Jesús. Temor, temblor e incluso miedo dice que sentían ellas en esos momentos, lloraban deseosas de encontrar el cuerpo de su Señor. Dice que Pedro corrió y que el discípulo que él amaba corrió más aprisa y llegó primero, un anhelo, una pasión en su corazón los hacia buscar de esta manera al Señor Jesús. En lo espiritual, en nuestra comunión con Dios, Salomón está expresando su búsqueda en otro nivel, en otro ambiente. Dejó atrás las obras de su carne, crucificó sus deseos y pasiones, y ahora se ve buscando de otra manera. El Ángel le dijo a Daniel que desde el primer día que el dispuso su corazón a entender y humillarse en la presencia de Dios, sus palabras habían sido oídas, pero una lucha se libró que provocó que la respuesta llegará 21 días después. Pablo, dice en Efesios 6:12 “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”.

Salomón está buscando en un segundo nivel, en el segundo cielo, que es donde se libran estas batallas, donde utilizamos nuestras armas, las cuales dice Pablo que no son carnales, sino poderosas en Dios, para la destrucción de fortalezas. (2 Corintios 10:4). Pero nuevamente el Rey Salomón dice algo clave: lo busqué y no lo hallé.

3.- Me hallaron los guardas que rondad la ciudad, Y les dije: ¿Habéis visto al que ama mi alma? 4.- Apenas hube pasado de ellos un poco, hallé luego al que ama mi alma; lo así, y no lo dejé, hasta que lo metí en casa de mi madre, y en la cámara de la que me dio a luz.

Salomón en su búsqueda ha sobrepasado las batallas espirituales que se libran en el segundo cielo, y ha llegado a otro lugar, donde dice fue hallado por los guardas que rondan (cuidan, vigilan) la ciudad, podríamos inferir que son ángeles, pues la Biblia en distintas ocasiones nos muestra como ellos están delante de Dios (Daniel 7:9-10; Apocalipsis 5:11, etc.) Les hace una pregunta a la cual ellos no responden, pues estaba cerca, porque cuando hubo pasado de ellos un poco, halló luego al que ama su alma, que es también quien ama nuestra alma. Busco y halló. Es la búsqueda que quiere Dios que tengamos de Él, algo apasionado y desesperado, llegar a su trono, a su presencia a conversar con Él, un anhelo, un deseo profundo en nuestro ser, que nos lleve al corazón de Dios a adorarle y a escuchar su voluntad, las respuestas a nuestras oraciones. Algo último agrega Salomón al hallar a nuestro amado, “lo así, y no lo dejé, hasta que lo metí en casa de mi madre, y en la cámara de la que me dio a luz”. Amigo y hermano, una vez que lo halles, ¡no lo sueltes!, ¡aprécialo!, ¡valóralo!, ¡ámalo!, ¡atesóralo!, ¡respétalo!, y guárdalo en lo profundo de tu corazón.

Búscalo, el Señor Jesús te ama.

Hno. David Yanten Montenegro

Encargado del Depto de Oración

Ipu La Florida 




LA ORACIÓN INTERCESORA

I. La Intercesión: Arma poderosa

A. Introducción

Hoy más que nunca en la historia de la humanidad, Dios está buscando hombres y mujeres que estén dispuestos a ponerse en la brecha entre Dios y este mundo para interceder ante Él por un mundo más justo para todos, por una nación con gobernantes de acuerdo al corazón de Dios, por una Iglesia que esté siempre a la ofensiva, por un liderazgo fuerte y unido.

B. La oración intercesora

Con mucha frecuencia confundimos el orar con el interceder y la mayoría de las veces nuestra oración es una larga lista de súplicas y peticiones, repetidas una y otra vez. Los Discípulos, quienes tampoco sabían orar, le pidieron a Jesús que les enseñara a orar; hoy en día, nosotros contamos con la ayuda del Espíritu Santo , quien quiere enseñarnos cómo orar. (Jn. 14:26; Ro. 8:26).

1. ¿Qué es interceder?

Interceder es tomar el lugar del otro; es ponerse en su lugar para suplicar o defender su caso motivado solamente por el amor y la misericordia (Ro. 8:34 ). Podemos ver, entonces, que interceder no es pedir a favor nuestro, sino más bien, a favor de otros.

2. ¿Quién es un intercesor?

Es la persona que dispone su vida para orar por otros, tomando su lugar. Es aquella persona que siente carga en su corazón por una situación ajena. Es alguien que lleva una vida de profunda comunión con Dios y negación propia, dispuesto a sentir el sufrimiento de aquel por quien intercede.

Un intercesor es la persona que se interpone entre Dios y los que se merecen su justa ira o castigo, poniéndose en la brecha por ellos y clamando a Dios misericordia y perdón. (Ez. 22:30).

Un intercesor es la persona que siempre en guerra porque pelea contra Satanás y esa guerra no la puede pelear con armas carnales, necesita vestirse de toda la armadura de Dios. (Ef. 6:12-18).

3. ¿Por qué razón hay que interceder?

En la Biblia se habla de tres cielos. El primero es lo que llamamos atmósfera. El segundo es el espacio en donde están los astros, y arriba de ese espacio está el tercer cielo, en donde está el Reino de Dios. El Apóstol Pablo habla de cómo él fue arrebatado hasta el tercer cielo. (2 Co. 12:2-5).

Cuando el hombre desobedeció en el huerto del Edén, no sólo traicionó la confianza que había sido depositada en él, sino que voluntariamente le entregó el dominio a Satanás. Desde entonces, él les el dios de este mundo (2 Co. 4:4).

Él y sus huestes de espíritus malignos viven en lo que corresponde al mundo: la atmósfera, el primer cielo o regiones celestes (Ef. 6:12 ). Él es el príncipe de la potestad del aire (Ef. 2:2), el gobernador de las tinieblas de este siglo (Ef. 6:12 ).

Mientras Dios tuvo potestad absoluta sobre el hombre, le concedió todo, sin que éste tuviera necesidad de pedirle nada. Pero, desde que el hombre cedió ante Satanás, Dios no puede darle nada libremente, a menos que el hombre se lo pida, porque Dios es respetuoso de la decisión del hombre, de su libre albedrío.

Dios no puede hacer nada por la humanidad, si no es a través de la petición de un intercesor. La voluntad de Dios es que el hombre tenga lo que le pertenece: salud, prosperidad, paz. Sin embargo, la batalla de Satanás y sus huestes por retener lo que aún les pertenece es continua y, en su afán por evitar que el hombre reciba las bendiciones de Dios y en vista de que ellos dominan y operan en las regiones celestes o primer cielo, atrapan la respuesta de Dios y la retienen allí, haciéndonos creer que Dios no contesta y no nos oye.

En el libro de Daniel está escrito muy claramente (Dn. 10:10 -13, lea cuidadosamente los vv. 12 y 13). Este pasaje nos muestra que desde el primer día en que él oró, su petición fue oída. Pero, Satanás con sus huestes, luchando en las regiones celestes que le pertenecen y que nos rodean, se opuso e impidió durante veintiún días que esa respuesta llegara.

Cuando al orar conforme a la Palabra de Dios, la respuesta no nos llega inmediatamente, no quiere decir que Dios no nos oye o no quiere contestarnos. Él ha enviado su respuesta, pero no nos dirá nada porque Satanás la tiene obstaculizada, interceptada en las regiones celestes, en su reino.

C. El poder de la oración intercesora

¿Cuál es el poder que tiene la oración de intercesión? Mover, con nuestra súplica la mano de Dios y libertar la obra restauradora del Espíritu Santo .

Dios puede hacerlo todo. Él es todo. Pero en su amor tan grande hacia nosotros, Él derrama su gracia y escoge a hombres y mujeres para que colaboren con Él en su obra de salvación, ¡estos son los intercesores! ¡Qué inmenso privilegio!

La oración del intercesor es igual a la de Jesús. Por eso es que es más poderosa que ninguna otra, por que el intercesor, así como Jesús, pone su vida en la causa por la que está suplicando.

La Biblia nos da muchos ejemplos de la oración intercesora:

1. En el Antiguo Testamento

• La intercesión insistente de Abraham a favor de Sodoma pensando en Lot (Gn. 18:23-33) 
• La intercesión de Moisés a favor de Israel (Éx. 32:11-14; Nm. 16:20-22) 
• La súplica intercesora de Samuel a favor del pueblo (1 S. 7:5, 8-9) 
• Daniel, durante el destierro (Dn. 9:1-19) 
• Esdras, intercede por restauración (Esd. 9:6-15) 
• Nehemías, intercede por la restauración de su pueblo (Neh. 1:5-11).

2. En el Nuevo Testamento

• A los milagros de Jesús precede la acción intercesora de alguien (Mr. 2:1-12; Lc. 7:1-10; 11:5-8). 
• La oración de Jesús en vísperas de ser sacrificado se llama “de intercesión”, pues señala su actitud constante ante su Padre en relación con los suyos (Jn. 17; Lc. 22:32). 
• Esteban, al igual que Jesús, intercede por sus enemigos (Hch. 7:60; Lc. 23:34 ). 
• Pablo pide que intercedan por él (Ro. 15:30-32; Ef. 6:18-20). 
• Pablo recomienda pedir por (interceder) todos los hombres (1 Ti. 2:1-2).

D. ¿Cómo Interceder?

La intercesión es el arma más eficaz que posee todo cristiano. Por esto es importante tener presente los siguientes pasos:

1. Diferencias entre oración e intercesión 

La oración : Es la elevación del alma hacia Dios para adorarle, alabarle, dale gracias, pedirle perdón, favores o presentarle nuestras necesidades. Es el ofrecimiento de las emociones y los deseos del alma hechos a Dios, en el nombre de Jesús. Es la comunicación de nuestro corazón con Dios—es el alimento del alma.

La intercesión : Es todo lo anterior, pero en batalla y no pidiendo por nosotros, sino a favor de alguien más (persona, familia, iglesia o nación), sintiendo amor, dolor, compasión y misericordia.

2. La forma de interceder es personal 

No hay una técnica en especial en la oración, lo que importa es la fe, la obediencia, la entrega y el desinterés personal de cualquier índole. La intercesión debe ser una actitud voluntaria motivada por el amor de Dios. La intercesión no debe hacerse por compromiso, imposición o compensación económica.

3. ¿De qué maneras podemos interceder?

Con nuestro entendimiento: Orando con nuestras propias palabras (basados en la Palabra de Dios) y en nuestro idioma. Usando nuestra mente, pensando, entendiendo y sabiendo la razón por la que intercedemos.

Orando en el Espíritu: Orando en lenguas con la ayuda del Espíritu Santo , no sabiendo nosotros por lo que intercedemos, pero Él sí. (1 Co. 14:2).

En muchas ocasiones sentimos la urgencia, la necesidad de orar, de interceder, sin saber lo que sucede o sin conocer la necesidad. No podemos orar con entendimiento porque no sabríamos qué pedir, pero el Espíritu Santo sí lo sabe y entonces, lo único que debemos hacer es dejar fluir esa necesidad de intercesión al orar en el Espíritu, en lenguas extrañas para que el Espíritu Santo interceda por nosotros (Ro. 8:26 ).

4. Se puede interceder en voz alta, en voz baja, como en un murmullo o con el pensamiento 

De cualquier forma que se haga, la oración debe dirigirse hacia Dios; sin embargo, cuando se intercede en batalla contra Satanás y sus espíritus malignos, debe hacerse en voz alta y con la autoridad que tenemos en el Nombre de Jesús (Mr. 16:17). Satanás no puede entrar en nuestros pensamientos, pero él y todas sus huestes ¡sí pueden oírnos!

5. La intercesión es una oración en batalla 

Para salir a batalla hay que vestirse adecuadamente. Antes de empezar, cúbrase con la Sangre de Cristo y tome todos los instrumentos de la armadura de Dios. (Ef. 6:10-18).

 E. Tipos de intercesión

1. Por las naciones

La palabra “naciones” significa “ethnos” o grupos étnicos; esto implica que nación es la gente de un país.

En el Antiguo Testamento encontramos muchos ejemplos de cómo el destino de una nación puede cambiar por medio de la intercesión. En el Salmo 2:8, el Señor dice “Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra”. Cuando intercedemos por las naciones, estamos rogando a Dios por la conversión de toda la gente del mundo. (Jn. 10:16).

En toda sociedad existen siete áreas básicas que moldean el pensamiento de las personas y que se reflejan en la vida de una nación. Además, ejercen una gran influencia en el comportamiento de los líderes de las naciones y de las personas que están en eminencia. Al interceder por las naciones, hay que orar por estas áreas. Éstas son:

1. El hogar y la familia 
2. La Iglesia 
3. Los educadores 
4. Los medios de comunicación 
5. El gobierno 
6. Los espectáculos públicos 
7. El comercio

En 2 Crónicas 7:14 y Jeremías 29:7 hay promesas para las naciones.

2. Por las personas que gobiernan

Satanás ataca a todos los hombres, pero más a los que están en el poder, en eminencia, en autoridad. El poder da al hombre que lo ejerce: potestad, riquezas, posición e impunidad; situación que lo hace más vulnerable para caer en las garras del mal.

La Biblia nos exhorta en 1 Timoteo 2:1-2 a interceder “por reyes y por todos los que están en eminencia”. Esto significa: nuestro gobierno, desde el nivel nacional hasta el nivel local, por el Presidente y sus Ministros, por los diputados del Congreso, por los gobernadores departamentales, alcaldes, jueces, autoridades militares y policiales, etc. Es un llamado a la intercesión por todos, sin importar su posición o condición espiritual.

3. Por la Iglesia

Al igual que los gobiernos, la Iglesia y sus líderes espirituales están expuestos al ataque constante, inclemente y artero de Satanás. Al interceder por la Iglesia, debemos tener presente los siguientes aspectos:

• La Iglesia es el Cuerpo de Cristo, en el cual todos los miembros son importantes (1 Co. 12:12 -27). Intercedamos por la unidad. 
• Jesús estableció una doctrina para que fuese una forma de vida diaria, a través de una relación personal con Él. 
• Intercedamos porque todos lleguen a conocer la verdad.
• Intercedamos porque en las iglesias se predique la Palabra de Dios, sin quitarle ni añadirle nada (2 Ti. 4:1-3; Tit. 2:1).

4. Por los líderes espirituales

Al igual que el gobierno y demás personas en eminencia, los líderes espirituales, apóstoles, profetas, evangelistas, maestros, pastores, misioneros, etc. están expuestos a los ataques del enemigo, quien tratará por todos los medios de hacerlos caer, de forma que no puedan cumplir con su ministerio. Intercedamos para que Dios les de la fortaleza , sabiduría y el entendimiento que necesitan para resistir y vencer al enemigo.

5. Por la familia, vecinos, amigos, etc.

Satanás buscará destruir a la familia (divorcios, pleitos, contiendas, violencia, mala comunicación, rebelión, etc.).

6. Contra los poderes de las tinieblas

Todo lo bueno en el mundo procede de Dios, pues Dios todo lo hizo bueno. Pero todo lo malo procede de Satanás y los demonios. La enfermedad, pobreza, violencia, hambre, vicios, guerras, pleitos, etc. es consecuencia de lo que Satanás y sus huestes de espíritus malignos hacen en el hombre.

El ataque por parte del enemigo es a diario y constante, por lo que nuestra batalla en su contra también debe ser diaria y constante, intercediendo en todo lugar, en la iglesia, en la casa, en el trabajo, en donde quiera que estemos. El Señor nos ha dado la autoridad, potestad y poder sobre toda fuerza del enemigo (Lc. 9:1; 10:19 ).

La armadura de Dios

Cuando un solado sale a la batalla, se viste con un equipo especial. Igualmente nosotros, cuando vamos a esta batalla de intercesión tenemos que vestirnos de toda la armadura espiritual que nos ha sido dada por Dios (descrita en Efesios 6:10 -17). Además de esta armadura, tenemos otra igualmente poderosa: la Sangre de Cristo. Antes de interceder, cubrámonos con la Sangre de Cristo y vistámonos con toda la armadura de Dios.

F. Algunas Escrituras para interceder

Por las naciones:

• Proverbios 16:10-13; 20:26 -28; 21:1; 28:2; 1 Timoteo 2:1-2

Por las personas que nos gobiernan:

• Por personas que sean justas, sabias, con temor de Dios (2 S. 23:3; Pr. 1:6; Sal. 2:10 -11) 
• Por personas no sujetas a la avaricia e inmoralidad (Pr. 4:27; 1 Ti. 6:9) 
• Por personas misericordiosas y veraces (Pr. 3:3-6; 20:28 ) 
• Por personas que sean enemigas del soborno, la corrupción y la lisonja (Éx. 23:8; Dt. 16:1) • Por jueces justos (Dt. 16:18 ; Col. 3:12-17)

Por la Iglesia:

• Proverbios 16:10-13; 20:26 -28; 21:1; 28:2; 1 Timoteo 2:1-2

Contra las fuerzas de las tinieblas:

• Isaías 54:17; Romanos 6:14 ; 8:28 -39; 2 Corintios 10:4; Colosenses 2:12-15; Santiago 4:7


 

La Oración es El éxito de los niños

 

Estoy segura de esto; que si le enseñamos a nuestros hijos a orar desde pequeños ellos tendrán éxito en el futuro en todo lo que emprendan.

Tengo mi bebé de un 1 año y nueve meses el se inclina y tiene una actitud de oración, desde antes de esta edad, es verdad es muy pequeño, incluso  el levanta sus manos y cierra sus ojos antes de comer, muchos han sido testigos de la actitud de mi pequeño hijo, es por el ejemplo que él ve en nosotros, en sus hermanitos, sobre todo porque siempre nos congregamos en la Iglesia,  sé que es una habito que él ha aprendido, porque para nosotros el orar es muy importante.  

El objetivo general es ayudar a los niños a entender el poder de tener una relación con Dios, que sólo puede venir a través de la oración. Para que un ministerio sea realmente eficaz, necesita saber cuál es su meta, para que pueda evaluar constantemente si las cosas que está haciendo están ayudando a alcanzar ese objetivo. Cada vez que tu hijo ore por algo que él quiera o necesite cuando llegue la respuesta, destaque que fue debido a su oración.

Realmente deseamos a través de esta nota  dar a conocer la clave de tener una vida exitosa. esa clave es Orar desde Pequeño.

Nunca debemos pedir a nuestros niños que oren si nosotros no lo hacemos, el ejemplo habla más que las palabras, el leerle textos bíblicos que instan a la oración y hablan de la fe son escrituras que el no olvidará, es excelente que nuestros hijos estudien las materias escolares y sean buenos alumnos pero debemos buscar un equilibrio y enseñarles la palabra de Dios y el orar con ellos es igual o más excelente. 

Podemos comprarle muchas cosas a nuestros hijos y afanarnos con muchas quehaceres, pero sin duda lo que más el recordara es el tiempo que paso orando con su madre,  con su padre y en familia. Si comienzas con sencillas oraciones, pronto será más que un hábito una necesidad, estoy segura que cuando llegues al cuarto de tu hijo o hija te sorprenderás que él este de rodillas buscando de Dios, al principio tú serás el que instes y seas el ejemplo, pero a medida que pase el tiempo tú verás crecer a tu hijo orando sin cesar, con una adolescencia inspirada al servicio de la Iglesia y el de ayudar a los demás.

No pierdas tiempo y la oportunidad de que la vida de tu hijo sea exitosa porque ya sabes "La Oración es El éxito de los niños" 

"Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él". Proverbios 22:6

Por Rosario Antiquera de Ríos


Una oración...

Señor Jesús en el cielo, ya sabes los problemas de este mundo, 
y todas las dificultades que enfrenta nuestra juventud.
Te pido Señor que levantar esta carga de sus corazones 
y la comodidad en su hora de necesidad Señor, 
por lo que no pueden tener la tentación de recurrir a la violencia. 
Ruego Señor Jesús que conceda a sus padres la sabiduría 
y el conocimiento para ayudar a sus hijos a través de
 cualquier lucha que pueden estar pasando
Ruego Señor que toque sus corazones 
para que puedan recurrir a usted,
 en nombre de Jesús oro, Amén.

"UN MINISTERIO DE ORACIÓN EXITOSO"

por KISCHMANN JOSIL

 
 
Es extraño observar que cada vez que necesitamos algo del Señor Jesús , es cuando nos acercamos a Él con sinceridad y persistencia pidiendo lo que necesitamos y cuándo el nos responde le damos "unas gracias Señor en dos o tres palabras" y hasta la próxima necesidad. 

Sabemos que la oración es una llave efectiva que abre miles de puertas, pero muchos preferimos tratar de saltar encima de las puertas y cuando nos caímos queremos orar para que Dios nos levante.

Nos cuesta orar para tomar las decisiones, pero cuando las tomamos sin oración y no nos resultan, allí recién oramos para que Dios nos solucione todo. 

Un ministerio exitoso de oración, es un ministerio que ahorra oración todos los días en el banco celestial sin saber para que le servirá mañana este ahorro, es un ministerio continuo de oración y ayuno, no ayuno interesado solamente, pero ayuno orientado a romper los límites que nos pone nuestra carne para no entrar en la presencia de Dios. 

Jesús en su encrucijada en Getsemaní tuvo que orar para que hoy tuviéramos está salvación tan grande (uno de muchos ejemplo de oración del Señor Jesús).

Los Apóstoles Pedro y Juan se reunieron para ir al templo para ORAR, mientras que nosotros ahora fácilmente nos reunimos para ir al mall y nos cuesta tener una cita para orar.

Un ministerio de oración exitoso, es un ministerio que entiende que no hay victoria y éxito sin oración, es un ministerio de hombres y mujeres que anhela tener intimidad con Dios, que se disciplinan para orar, que tienen su hora de oración, cómo la hora para tomar su medicina. 

Un ministerio de oración exitoso, ora sin vanas palabras, pero ora, ora, y vuelve a orar...

¡Qué Jesús los bendiga mucho!

 

 

 

KISCHMANN JOSIL, Predicador Iglesia Pentecostal Unida La Florida.

Gran varón de Dios, tiene espíritu de evangelista,

  que vive y práctica la palabra del Señor Jesús.

Por estas razones deseamos que 

el Señor Jesucristo le bendiga

 y siga usando su vida para

 Honra y Gloria

 de su Nombre.

 

 

 

REVISTA HECHOS 2 Agradece la enseñanza.