Un Señor, Una Fe, Un Bautismo. Efesios 4:5


Hna. Ruth Miranda

HNA. RUT MIRANDA, Nace en Santiago de Chile el  29 de Enero de 1986, hija de los Pastores Ivan Miranda y Yvonné Fuenzalida, de la Iglesia Pentecostal Unida de Valdivia, tiene dos hermanos Ivan y Joel. Profesora titulada en Inglés, Licenciada en Educación, Ballicher en Humanidades y Ciencias Sociales y Magister en Educación.

 

"Traída desde la Matriz"

 

"Oídme, oh casa de Jacob, y todo el resto de la casa de Israel, los que sois traídos por mí desde el vientre, los que sois llevados desde la matriz. Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo llevaré, yo soportaré y guardaré." Isaías 46:3-4

 

Al escribir como ha sido la experiencia de ser hija de pastor debe ser uno de los temas más difíciles de los cuales he tenido que explayarme. 

Podría decir que ha sido la experiencia más linda de todas o tal vez la que más tragos amargos me ha traído, pero en ambos casos no sería totalmente sincera. 

Cuando mis padres comenzaron a evangelizar Valdivia no había casa de oración ni se conocía el nombre de Jesús en esta ciudad, así que con mis tres años de edad fuí espectadora y participe de una obra misionera. Mi papá salía casa por casa entregando tratados y creo que eso marco mi vida para siempre, pues en una ocasión cuando él salió solo conmigo ví como le cerraban la puerta en la cara pidiéndole con malas palabras que no volviera más,  mi padre con paz respondió “Dios les bendiga” y continuo en la siguiente casa. 

Ver como una obra construye sus cimientos con cada alma ganada, y lo difícil que esto es, me ha hecho comprender y valorar a las almas y el trabajo que cada siervo realiza cuando guía a un pueblo. Sin embargo, al mismo tiempo a veces me he sentido vulnerada en mi derecho de “ser imperfecta”. Creo que todo hijo de pastor ha sentido ese peso, el “de ser hijo de……”…. lo que debo admitir que trae muchas alegrías y victorias pero a su vez dolores y pruebas que no siempre el pueblo logra comprender. 

En cada hijo de pastor existe un peso doble: el espiritual y el carnal. Por una parte tratas de ser el mejor porque las almas pueden flaquear si te ven a ti flaquear y por otro lado sabes que cada cosa que tu hagas perjudicará a tu padre y madre, en ambos casos es una cruz que se lleva toda la vida y que si no la sabes afrontar con oración, ayuno y madurez espiritual puede resultar en tu muerte como cristiano.

Así mismo, es importante mencionar que existen bendiciones que no todos tienen y que Dios te regala al ser parte de la familia pastoral. Por ejemplo, conoces a tantas personas que llegan a tu casa que terminas por tener un amigo en cada ciudad. 

También,  he adquirido conocimiento de la biblia que no logro entender en que momento lo aprendí, posiblemente al escuchar predicar a mi padre desde que tengo uso de razón o escuchar a tu mamá contarte la biblia como si fueran historias mágicas. 

Además, debo confesar que mi primera experiencia “real” y personal con Jesús fue a través de mi Pastor-Padre, pues fue él que en una noche de oración a mis 13 años me dijo: “hija ora, no tengas vergüenza de llorar y hablar con Dios”. Desde ese día no he dejado de hablar ni llorar con Dios. 

 

"Es por ello que puedo decir que al ser hija de pastor uno debe madurar antes, pero eso se ve recompensado cuando vez que tienes una familia que entrega su vida para hacer la voluntad de Dios, una familia que se ama, se respeta, se valora y por sobre todo que teme y ama a Dios con todo su corazón". 

 

REVISTA HECHOS 2 Y SU EQUIPO AGRADECEN  EL TESTIMONIO DE HNA. RUTH MIRANDA, MUCHAS GRACIAS POR ABRIR TU CORAZÓN CON NOSOTROS, MUCHAS FELICITACIONES POR TUS LOGROS.

 EL SEÑOR JESÚS TE BENDIGA Y CONCEDA TODOS LAS PETICIONES DE TU CORAZÓN.